¿Por qué mi cuenta del gas es tan alta en invierno?
Cuando el invierno se asienta, es hora de abrigarse, tomar la comida reconfortante y disfrutar de algunas bebidas calientes para combatir los escalofríos de la temporada. Desafortunadamente, el invierno también significa que las familias que dependen del gas para calentarse ven como sus cuentas se disparan en relación al resto del año. Siga leyendo por algunas razones que su factura de gas (así como la de otros servicios públicos) podría subir a alturas escandalosas mientras se refugia en el interior de este invierno, y lo que puede hacer para mantener sus costos bajo control.
¿Por qué mi cuenta del gas es tan alta en invierno?
- Necesitas calentar tu casa: Durante la mayor parte del año, puedes hacer funcionar una estufa de cocina, un calentador de agua, y tal vez una secadora a gas, manteniendo las facturas a un nivel manejable. Sin embargo, una vez que las temperaturas empiezan a bajar, es hora de que su caldera se gane su sustento, manteniendo una temperatura interior que podría ser de 30, 40, 50 grados o más por encima del aire frío del exterior, dependiendo de lo frío que haga en su parte del país y de lo caliente que le guste mantener su casa. Esto significa una cantidad significativa de gas natural en las tuberías para alimentar su calentador, y facturas que pueden llegar a los cientos de dólares cada mes.
- Una pesada carga en el secador: La gente necesita usar muchas capas durante el invierno, y esas sudaderas voluminosas ocupan mucho espacio en la secadora. Además, durante un invierno nevado la ropa tiende a empaparse rápidamente durante la recreación al aire libre, especialmente si hay niños involucrados, lo que significa que tendrá que hacer funcionar la secadora aún más. No es tan grande como el horno, pero todos esos ciclos de lavado pueden sumarse.
- No te olvides de la factura de la electricidad: Como si el pago del gas no fuera lo suficientemente malo, podrías ver que tu factura de electricidad también se dispara, en comparación con el relativamente barato período de otoño cuando no necesitas hacer funcionar un aire acondicionado o un horno. En muchas partes del país oscurece por la tarde en invierno, así que tendrás que mantener las luces encendidas durante horas más que en otras partes del año. Es más, cuando hace frío afuera es más probable que nos quedemos a ver la televisión o busquemos otras formas electrónicas de diversión en lugar de salir a la fría y oscura noche, todo lo cual aumentará su consumo de electricidad.
Cómo reducir los costos de gas haciendo que su casa sea más eficiente:
Si no nos mudamos a los trópicos, no hay forma de desviar una parte extra de nuestro presupuesto hacia las necesidades de calefacción en invierno, pero hay una serie de medidas que puede tomar para que sus facturas de gas no se salgan de control:
- Baja el termostato: Esta es la intervención más fácil de hacer para bajar la cuenta del gas en el invierno, y una de las más efectivas. Según el Departamento de Energía, si baja el termostato entre 7 y 10 grados durante ocho horas al día, puede reducir su factura de combustible hasta en un 10 por ciento. Eso es fácil de lograr si haces la reducción de la temperatura mientras estás fuera de casa o durmiendo. Para ahorrar aún más, póngase un suéter y mantenga el termostato un poco más bajo mientras esté en casa durante el día también.
- Considere un termostato inteligente: Si es demasiado recordar que hay que ajustar manualmente la temperatura de su casa constantemente, piense en instalar un termostato inteligente, que puede programar para mantener automáticamente una eficiencia óptima. El dispositivo puede incluso controlar sus hábitos por sí mismo y hacer más ajustes para sacar el máximo provecho de los ahorros de energía, sin dejar de proporcionarle una casa confortable para vivir.
- Instalar filtros de aire fresco: Si tiene un calor de aire forzado, necesita cambiar sus filtros con regularidad, tanto para evitar que el soplador de la caldera trabaje demasiado y reduzca su eficiencia como para mejorar la calidad del aire interior. Sus especificaciones exactas variarán según el modelo de filtro y las condiciones de vida, pero normalmente los filtros deben cambiarse cada uno o tres meses.
- Considere fuentes de calor alternativas. Abríguese con ropa de abrigo y mantas, y utilice otras fuentes de calor como mantas eléctricas, calentadores de espacio o una chimenea para darle un descanso a su calentador central.
- Consigue ayuda de los profesionales: Puedes asegurarte de que tu sistema de calefacción funciona con la máxima eficiencia haciendo que un técnico de HVAC haga una llamada de servicio cada año antes de que empiece la temporada de frío y compruebe que todos tus componentes funcionan correctamente. Esto no sólo mantendrá sus facturas más bajas, sino que ayudará a reducir el riesgo de una avería en pleno invierno.
- Aislar, aislar, aislar: Las casas mal aisladas son un gran desperdicio de dinero, ya que permiten que el calor que generas dentro se filtre fuera de la casa, donde no te hace ningún bien. Preste especial atención a su ático, ya que el precioso (y caro) calor de su espacio vital intentará subir a la parte superior de su casa si no está bloqueado por un aislamiento suficiente. En la misma línea, compruebe que no haya corrientes de aire en las puertas y ventanas, e impermeabilícelas según sea necesario para ayudar a sellar el aire caliente del interior.
- Seca tu ropa al aire libre: Puede que esto no sea factible para todos, pero si tienes el tiempo y el espacio para secar al aire libre tu ropa mojada puedes ahorrar una cantidad sustancial de energía que de otra manera se dedicaría a la secadora. Los tendederos exteriores no son buenos en temperaturas bajo cero, pero si encuentra espacio en su sótano, baño u otras áreas, se lo agradecerá cada mes cuando llegue la factura del gas.
- Ponga el calentador de agua a una temperatura más baja: La mayoría de los hogares no tienen necesidad real de agua a temperaturas extremas como 140 grados. Puede reducir el riesgo de quemaduras y ahorrar en su factura de gas ajustando su calentador a la temperatura recomendada por el Departamento de Energía de 120 grados, que es bastante suficiente para la mayoría de las familias.
- Usa tus ventanas a tu favor: Bonitas y pesadas cortinas proporcionan una capa extra de aislamiento y bloquean las corrientes de aire por la noche. Luego, cuando salga el sol, puedes abrir las cortinas y dejar que la luz brille, calentando tu casa y ayudando a mantener alejados los azules del invierno.