Prevención del daño a su intercambiador de calor
Una de las partes más importantes del mantenimiento del HVAC es asegurar que el intercambiador de calor esté en buenas condiciones. Un intercambiador de calor es un componente esencial del horno que canaliza los gases nocivos hacia el exterior a través de la chimenea mientras recoge el calor para distribuirlo por la casa a través de los conductos.
Sin embargo, los intercambiadores de calor no duran para siempre y, una vez que empiezan a oxidarse o romperse, pueden permitir que el monóxido de carbono y otros gases se filtren al sistema de distribución de aire, lo que crea un peligro para la salud peligroso y potencialmente mortal para su familia. Continúe leyendo para saber más sobre las causas de la oxidación o el agrietamiento de su intercambiador de calor, y cómo hacer frente a los daños.
Factores que dañan su intercambiador de calor
Hay varias formas en que su intercambiador de calor puede dañarse o agrietarse:
- Vejez: Una vez que un horno está en servicio el tiempo suficiente, el intercambiador de calor eventualmente se agrietará simplemente por el estrés acumulado del metal que se expande cuando se calienta y se encoge cuando se enfría. Si su horno tiene más de una década de antigüedad, debe prestar especial atención a la verificación de que el intercambiador está todavía en buen estado.
- Filtros de aire sucios: Cuando el filtro de aire se obstruye, el horno tiene que trabajar más duro para empujar el aire. Eso significa que el intercambiador de calor tiene que manejar más calor del que manejaría en condiciones normales, lo que puede causar que se estrese y se agriete. Muchos hornos necesitan que se cambien los filtros de aire hasta una vez al mes; consulte las instrucciones del fabricante o consulte con el técnico de calefacción, ventilación y aire acondicionado sobre su horario específico.
¿Qué causa que su intercambiador de calor se oxide?
El óxido es otro peligro común para los intercambiadores de calor, debilitando su integridad estructural y permitiendo que se filtren gases peligrosos. La oxidación de los intercambiadores de calor puede ser causada por:
- Un horno que es demasiado grande: Si tu horno es más grande de lo necesario, puede calentar tu casa demasiado rápido. Esto puede ser un problema porque el vapor de agua del proceso de combustión se acumulará en el interior del intercambiador de calor, y si la caldera sólo funciona durante un corto período de tiempo, el agua no se evaporará, causando que el intercambiador se oxide.
- Fuera de las fuentes de agua: El agua que gotea de los evaporadores de los acondicionadores de aire son culpables frecuentes de los intercambiadores de calor oxidados, y el agua también puede acumularse por una fuga en las tuberías o si el horno está ubicado en un área húmeda de la casa. Usted puede ayudar a prolongar la vida útil de su caldera asegurándose de que no haya fuentes de agua cercanas que puedan gotear sobre el intercambiador de calor.
- Ventilación ineficaz: Ciertos humos de combustión pueden causar que el metal se oxide si no se ventilan adecuadamente del horno. La mala ventilación también plantea otros riesgos para la salud y la seguridad, por lo que es doblemente crítico abordarla si resulta ser la causa del óxido.
Un diagnóstico que puede salvar su vida
El monóxido de carbono es inodoro, incoloro e insípido, y puede causar la muerte antes de que te des cuenta de que ha contaminado tu entorno. Por lo tanto, es de vital importancia identificar los intercambiadores de calor rotos antes de que causen un problema.
Si su horno se apaga en momentos aparentemente aleatorios, o si el detector de monóxido de carbono se apaga en su casa, pueden ser señales de advertencia. En cualquier caso, necesita que un técnico de HVAC venga a inspeccionar su caldera lo antes posible. Hay varias maneras en que el inspector puede probar la integridad de su intercambiador de calor:
- Una inspección visual para buscar cualquier grieta o áreas oxidadas
- Una prueba de gases de combustión que puede descubrir altos niveles de monóxido de carbono u otros gases
- Pruebas especiales de fugas en el intercambiador de calor usando colorante, humo o una cámara
Cómo quitar el óxido de un intercambiador de calor
Si se siente cómodo accediendo a las partes del horno que están oxidadas, y el daño no es demasiado grande, puede intentar limpiar la unidad usando un cepillo de aparato con cerdas de acero. También puede utilizar un desincrustante líquido para intentar eliminar parte del óxido, aunque asegúrese de seguir cuidadosamente las instrucciones del fabricante tanto para el horno como para la solución de limpieza y asegúrese de que el limpiador sea adecuado para cualquier material del intercambiador de calor.
No todos los intercambiadores de calor dañados son salvables. Una vez que un intercambiador de calor tiene una grieta o un agujero, necesita ser reemplazado. Este puede ser un proceso costoso y que requiere mucha mano de obra, por lo que puede ser una buena oportunidad (y más rentable) para reemplazar su caldera, especialmente si el problema fue causado por una caldera demasiado grande para su casa. Busque modelos con intercambiadores de calor de acero inoxidable para ayudar a prevenir la aparición repetida del óxido.
Consulte con un técnico cualificado de HVAC para verificar el estado de su intercambiador de calor y aconsejarle sobre el mejor camino a seguir si el suyo ya está dañado. Programar una inspección de mantenimiento anual para su equipo de HVAC también puede ayudar a evitar que el óxido se acumule en primer lugar.